domingo, 23 de enero de 2011

Cuando se me eriza el hÍgado (3)


Esta crisis que nos venden es la mas egocéntrica que te puedes imaginar. Absolutamente maquiavélica, pensada para hundirnos en nuestros miedos personales, alejándonos de la visión global del estado de las cosas, para meternos en nuestro pequeño agujero negro personal. En un bar sevillano han colgado un cartel que dice: “Prohibido hablar de cómo está la cosa”. Y estoy de acuerdo. Esto es lo que se espera de nosotras y nosotros: hablar de lo mal que estamos económicamente. Y hablar, y hablar, y hablar, mientras siguen subiendo los precios, los tipos, los ricos…, mientras nosotros nos miramos el ombligo y pensamos que no vamos a llegar a pagar las facturas este més. Que les den por culo, me niego. Si estamos pillados es porque nos hemos dejado pillar, esto se venía venir hace mucho, así que apechuguemos, inventemos y luchemos por deshacernos de esta esclavitud si es que la tenemos. Desapego a lo material. Lo básico. Romper con los bancos, con los créditos, con la falsa ilusión, y vuelta a lo concreto, sin más. Y empecemos a hablar de nosotros y nosotras, seres humanos, perdidos y en Babia: si, estamos en crisis, que sea esta la que nos mueva y nos saque lo mejor que tenemos: nuestra capacidad de crear, de inventar.
Sin miedo; nuestro miedo es la mejor arma que tiene el sistema para seguir devorando.
Por eso bailo: ahuyenta el miedo.

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